Es común que las zonas comerciales se llenen de gente en los días previos a Navidad y Año Nuevo. En San Juan, se habla de algo que no es muy frecuente y tiene que ver con que hay largas filas de personas que buscan alquilar trajes y vestidos de fiestas. Desde el sector se animan a decir que hay una “explosión” en la demanda y los motivos que alegaron tiene que ver con el regreso de las fiestas de egresados y la posibilidad de concretar eventos que habían quedado pendientes desde el 2020 y parte del 2021 por la pandemia.
Es cierto que con el paso del tiempo, algunas actividades se fueron flexibilizando. Los eventos sociales de mucha gente comenzaron a habilitarse, primero bajo estrictos protocolos y restringiendo el aforo, pero luego permitiendo cada vez más gente. Así fue que el 26 de septiembre de este 2021 todo el sector de eventos quedó liberado y por eso se reactivó el alquiler de trajes y vestidos.
Pero no solo las fiestas de egresados aportaron a esto sino que también los casamientos y cumpleaños de 15. Entonces, los locales que alquilan este tipo de indumentaria para celebraciones empezaron a ver aumentar la demanda. Según contó Darío de Vanesa Novias a Diario de Cuyo, “con respecto al 2019, nosotros tenemos un 30% más de clientes. Además de la cantidad de eventos que se están haciendo, la crisis hace que las personas hoy no puedan comprar un traje o un vestido y se inclinen por un alquiler. La diferencia es mucha, porque hoy comprar un saco, pantalón, camisa, zapatos y corbata ronda los $25.000 a $30.000 y el alquiler, de toda esa ropa, cuesta $3.000. Y un vestido, que puede ir de los $12.000 a $50.000 en caso de comprarse, puede alquilarse por $1.000 a $4.000″.
Además, desde el sector informaron que quienes más están alquilando son las mujeres, generando un movimiento constante casi todos los días en los negocios, aunque jueves, viernes y sábado es mucho mayor. Según indicaron, “hay momentos en los que no se puede ni caminar por la galería de tanta gente”.
Antonia, del local Sharon, detalló: “Estuvimos prácticamente un año y medio parados. En la etapa de restricciones llegamos a abrir apenas un día a la semana, sólo para mover la vidriera. Estuvimos muy relegados en las habilitaciones y por eso ahora volvemos a asomar la cabeza. Estamos alquilando más de 50 vestidos por fin de semana y sin dudas que atravesamos un muy buen momento después de tanta angustia”.