A sus 80 años, Elena Szegedy ha recorrido los quirófanos de todos los hospitales sanjuaninos y, según ella, ha ayudado a nacer alrededor de 10.000 bebés en 53 años como partera. En su juventud estudió medicina en Córdoba pero como quedó embarazada con apenas 20 años dejó la carrera y decidió empezar Obstetricia. Cuenta que dejó de estudiar porque no tenía para darle de comer a su hija, pero dice que hoy está agradecida de haber tomado aquella decisión.
"He ayudado a alrededor de 10.000 mujeres, porque los 6 primeros años yo trabajaba en lugares donde se hacían muchos partos. Ayudaba a tener más de más de 1000 partos por año en esos primeros 6 años. Nosotros no hacemos nada en realidad. Yo puedo saber muchísimo de partería, pero lo que esa mujer está sintiendo, solamente lo sabe ella", contó en una entrevista a Tiempo de San Juan.
En sus primeros años como obstetra, Elena trabajó en maternidad del Hospital Rawson. Después estuvo 15 años Caucete, 3 años en Calingasta y luego pasó 15 años en Media Agua. Actualmente ejerce su función en Valle Fértil. Contó que el único hospital donde no trabajó es en Jáchal. "En todo ese camino pude conocer la idiosincrasia y la forma de pensar de cada población. Porque no es lo mismo el caucetero, que el vallisto o que el mediaguino. Todos tienen formas distintas de ver la vida", destacó.
Elena es descendiente de húngaros. Su papá, quien era ingeniero y ayudó a reconstruir San Juan, llegó a la provincia tras el terremoto de 1944. El hombre era ingeniero químico, en minas, en electricidad y metalúrgica, y a la vez había logrado recibirse como arquitecto y tenía un doctorado en filosofía. De alguna manera el arribo de los Szegedy estuvo marcado por la tragedia y el milagro, porque su mamá, que no había podido tener hijos, quedó embaraza con 46 años. "Me tuvo a mí que soy su vivo retrato", contó la mujer.
Tras la muerte de su padre, Elena y su mamá quedaron desamparadas. A los 20 años ella quedó embarazada: "No podía dejarle el bebé a mi mamá, ella ya era muy viejita. Yo estudiaba medicina en Córdoba y me iba muy bien, pero tuve que dejarla y empezar Obstetricia. Lo hice contra mi voluntad, porque eran dos años de estudio contra 5 de medicina. Yo no quería dejar de estudiar pero tenía que ser madre, y quería tener algo para darle de comer a mi hija".
Elena además hoy es mamá adoptiva de dos chicos: Pablo, quien fue abandonado por su madre biológica en un hospital; y otro chico de 10 años. "Siempre con una enfermera queríamos adoptar a un niño de los que la gente por lo general no quieren. Ella me decía que cuando pase el tiempo íbamos a cuidar a un niño grande. Pero al final a ella no se le dio y a mí sí, hoy mi segundo hijo tiene 6 hijos y uno de ellos me hizo bisabuela", comentó entre risas.