Por negligencia humana, por fallas de la empresa o por algún desperfecto, en San Juan diez personas perdieron la vida en sus puestos de trabajo en los últimos dos años. La última víctima fue un joven que murió luego de que la pala de una retroexcavadora golpeara su cabeza, mientras colocaba una piscina. La máquina era manejada por su propio tío.
Los casos
-Rodrigo Ezequiel Sánchez tenía 24 años y estaba trabajando sin los elementos de seguridad en una obra cloacal de General Acha y Progreso, en Rawson. El joven y tres compañeros, que salieron ilesos, aspiraron un gas que obligó a rescatarlos. Los gases tóxicos terminaron con su vida.
-José Merceri y Ezequiel González trabajaban en una calera en Los Berros, Sarmiento, cuando ocurrió el derrumbe. Era 28 de julio de 2017 y, por motivos que se desconocen, se desmoronó una pared del horno calero.
-Fernando Suárez (43) y Crisitan Castro (38) murieron quemados. Ambos trabajaban en un taller de GNC que hacía control de tubos a las estaciones de servicio.
-Un ingeniero de 35 años que falleció en la fábrica de vidrios Cattorini. Se trató de Mariano Hernández, que murió mientras realizaba su habitual trabajo. Era oriundo de la provincia de Buenos Aires y hacía dos años se había radicado en San Juan.
-Walter Zurieta (46), un chofer cordobés que llegó a la provincia para buscar una carga de cal en Los Berros murió cuando se metió abajo del rodado para arreglar un desperfecto, el vehículo se movió y lo aprisionó.
-Víctor Javier Quiroga (41) estaba trabajando en una obra cuando de repente cayó de una altura de siete metros. El hombre golpeó fuertemente su espalda y cabeza. Murió mientras recibía asistencia médica.
-Un joven de tan solo 18 años, de apellido Matamorros, falleció tras caer de un árbol que estaba podando. Por el fuerte golpe falleció a los minutos.