Claudio Díaz llegó a la Justicia este miércoles y si bien no declaró, se supo cuál es su defensa para zafar de la tragedia que provocó el 11 de julio en Avenida de Circunvalación. Aquella noche el cabo atropelló, mató y dejo abandonada a una joven colega, Johana Verón (26), que se desempeñaba en la Subcomisaria de Villa Hipodrómo. El sujeto tenía 3.5 de alcohol en sangre el día del siniestro vial, aunque su abogado dijo que su estado de ebriedad fue a causa de una depresión.
La mezcla de alcohol, medicamentos y depresión es la defensa del cabo Díaz, el policía que está acusado de homicidio culposo triplemente agravado. El hecho se produjo horas después de un almuerzo en el que asistieron efectivos de la Unidad Operativa Cententario, entre ellos el acusado. "Estaba mal, muy mal. La medicación y el alcohol lo sumergieron en un estado de enajenación", fue la explicación de su letrado, Juan Carlos González Riutort, a Diario de Cuyo.
Díaz se dirigía a Juan Gas, donde debía hacer un adicional, cuando sucedió todo. Antes de llegar, a bordo de su Volkswagen Amarok, embistió desde atrás la moto de Verón y la agente murió en el acto. Luego el uniformado siguió su camino, hasta ser detenido a los minutos. "No se detuvo porque no sabía ni dónde estaba. Él sólo sintió un impacto al que no le dio mayor importancia, no sabía que había chocado a una persona. Si el hecho de no pararse era a los fines de lograr la impunidad, no hubiese ido al trabajo y hubiese escondido la camioneta", aseguró su abogado.
Mientras tanto el cabo, quien se abstuvo de declarar ante el juez Eduardo Agudo, está detenido en el Servicio Penitenciario de Chimbas. Está acusado de homicidio culposo y sobre él pesan tres agravantes: exceso de velocidad, fuga y presencia de alcohol en sangre al momento del siniestro. La defensa ya presentó el pedido de excarcelación, aunque el diario local aseguró que se lo negarían.
