Una joven mamá sanjuanina puso en riesgo su vida para salvar a su hijo de un incendio. La dramática situación no pasó a mayores gracias a la ayuda de los vecinos, pero la familia perdió gran parte de sus cosas. El nene, de 4 años, se salvó de milagro. Según publicó Diario de Cuyo, el siniestro ocurrió este martes, en una vivienda del barrio Los Médanos, en Rawson, una localidad al Sur de San Juan.
La mamá heroína es Joana Molina quien había ido a la casa de su ex suegra a dejarle a su hija Yuliana, de 8 años. Mientras la abuela salía a recibir a su nieta más grande, adentro dormía Yutiel, de 4 años, su nietito. La mujer estaba afuera conversando con la madre de los niños cuando todo de apagó y empezó a salir humo de la casa. Joana no lo dudó y supo que algo pasaba con su hijo que descansaba adentro.
Joana se metió a la habitación, a oscuras y llena de humo, que salía de un aire acondicionado que se había prendido fuego sobre la cabeza del pequeño Yutiel. Su rápido accionar salvó la vida de su hijo y los vecinos, movilizados por lo que ocurría, apagaron el incendio. Para hacerlo el barrio se movilizó, se subieron al techo donde estaba el tanque de agua y hasta arrastraron una pileta de lona para atacar las llamas con el agua que tenían a mano.
"Yo quedé con una crisis de nervios, no sabía qué hacer. Menos mal que ni a Yutiel ni a su mamá les pasó nada. Y gracias a los vecinos y a los policías de la Ansilta (subcomisaría) que apagaron el fuego y no dejaron que el incendio hiciera mucho más daño", dijo Silvia Vera, la abuela que estaba a cargo de los dos niños.
Producto de las llamas, Silvia perdió su cama, una cucheta, dos televisores, ropa y calzado. Además el calor y el hollín dañaron otras habitaciones de la casa. En ese cuarto también estaba la ropa que le habían comprado al bebé que espera el hijo de Silvia con su nueva pareja. El joven es pensionado porque padece una discapacidad y también trabaja como vendedor ambulante para poder mantener a sus hijos. La mercadería que tenía estaba en la habitación que se incendió y la perdió toda.
Según relató la abuela de los niños, en total perdieron mercadería valuada en unos $6.000, entre la que había zoquetes, repasadores, medias y ropa interior para niños. "Fue un golpe muy duro, la electricidad de la casa no sirve más y ahora vamos a ver cómo hacemos para recuperarnos y seguir", concluyó muy angustiada la mujer.