"Angustiado y nervioso": así pasa sus días el presunto asesino de Brenda

Se trata de Diego Álvarez, único sospechoso del crimen de su esposa.

"Angustiado y nervioso": así pasa sus días el presunto asesino de Brenda
Brenda Requena y su marido, el principal sospechoso del crimen\u002E

A dos semanas del macabro hallazgo del cuerpo de Brenda Requena, una joven sanjuanina de 24 años, su pareja y padre de sus dos hijos continúa detenido en la Central de Policía. El sujeto, identificado como Diego Álvarez, es el principal sospechoso del brutal crimen y, según su abogado, Marcelo Abarca Gómez, ya está al tanto de su situación ante la causa. Por ahora el acusado no fue notificado por el juez y espera que la citación llegue en los próximos días para así presentar su declaración.

"No hemos tomado aún contacto con el expediente debido a que recién pasa a manos del juez Guillermo Adárvez, del Tercer Juzgado de Instrucción. De todas maneras, he tenido un par de conversaciones con Diego y sabe cuál es el panorama. Cuando le detallé que, de ser encontrado responsable, puede recibir la máxima pena por homicidio agravado por el vínculo, asintió. Comprendió todo lo que le expliqué", señaló Abarca Gómez a radio AM1020.

Diego Álvarez es el principal sospechoso de haber matado a su mujer, Brenda Requena.
Diego Álvarez es el principal sospechoso de haber matado a su mujer, Brenda Requena.

El letrado también contó cuál es el estado de ánimo de Álvarez, quien después de presentarse ante el juez de la causa, podría ser trasladado al Servicio Penitenciario de Chimbas: "Está angustiado y nervioso. No es una situación fácil. Esperamos que el juez nos convoque y, tras tomar contacto con la causa, sabremos si declarará o se abstendrá haciendo uso de su derecho".

Álvarez fue la última persona que vio con vida a Brenda, después de encontrarla con otro hombre en una zona de Campo Afuera. Esto fue confirmado también por el supuesto amante, quien contó que al escapar del lugar vio cómo el detenido golpeaba a su esposa. Lo cierto es que aquel 11 de julio la joven desapareció y se montó un gran operativo para encontrarla. A la semana apareció un cuerpo descuartizado e incinerado que días después, con el cotejo de ADN, se comprobó que pertenecía a la mujer albardonera.