El gobernador Osvaldo Jaldo inauguró el primer hogar de atención para mujeres en recuperación de adicciones. Bajo el nombre de “Santa Josefina Bakhita”, el espacio está ubicado en la capital de Tucumán. Esta casa de acompañamiento integral fue posible gracias a la cesión de una propiedad incautada, del narcomenudeo, al Arzobispado de Tucumán.
Sobre esta línea el primer mandatario provincial expresó: “Hoy, esta casa donde se traficaba muerte y se hacía el mal, se convierte en un lugar donde se da vida y se hace el bien”.
Jaldo ratificó sus lineamientos respecto al trabajo en conjunto, y su compromiso en la erradicación del flagelo de las sustancias ilegales en la provincia: “La droga es un problema de todos, y nadie puede mirar para otro lado. Este hogar es solo el comienzo; debemos seguir creando espacios que ayuden a quienes lo necesitan”.
“Aquel lugar, casi destruido, hoy se convierte en un hogar para mujeres que buscan recuperarse y reinsertarse en la sociedad”, recalcó respecto al inmueble que hoy ocupa el hogar.
En cuanto a la ley de Narcomenudeo, el gobernador subrayó que “No podemos tener miedo de tomar decisiones políticas frente a problemas reales. Este gobierno no vacilará en la lucha contra quienes comercializan sustancias tóxicas”.
“Debemos salir a contagiar a todos los tucumanos y tucumanas sobre la importancia de combatir juntos este flagelo. La droga es un problema de todos, y juntos podemos ofrecer soluciones y apoyo a quienes lo necesiten”.
Esta propiedad fue incautada por la Unidad Fiscal de Narcomenudeo (UFINAR) del Ministerio Público Fiscal después de una investigación que comenzó en marzo y terminó en junio del año pasado, momento en que el gobernador se comprometió a su restauración.
Junto al jefe del Ejecutivo estuvieron presentes el ministro Público Fiscal, Edmundo Jiménez; la vocal, Eleonora Rodríguez Campos; el ministro de Gobierno y Justicia, Regino Amado; el ministro de Salud, Luis Medina Ruiz; el ministro de Desarrollo Social, Federico Masso; la Intendente de San Miguel de Tucumán, Rossana Chahla; la intendente de Alderetes, Graciela Gutiérrez; el vicepresidente de la Legislatura, Aldo Salomón; el jefe y subjefe de Policía, Joaquín Girvau y Roque Yñigo y los legisladores, Hugo Ledesma y Gerónimo Vargas Aignasse, así como el monseñor, Carlos Sánchez; el monseñor Auxiliar, Roberto Ferrari; el vicario general, José Abuin y el delegado episcopal de los hogares de Cristo, Marcelo Durango.
Por su parte, Jiménez detalló, en referencia al rotundo cambio edilicio del lugar: “Hicimos contacto con el poder Ejecutivo para poner esta casa en condiciones: hizo toda la construcción que ustedes ven aquí”.
El hogar, pionero en la región, estará bajo la administración de la organización de los Hogares de Cristo, quienes tendrán la misión de contener y ayudar a mujeres en proceso de desintoxicación y recuperación: “Es una cosa muy emocionante ver cómo hemos logrado este espacio”, indicó el ministro.
“Ya tenemos a algunas mujeres que han llegado, incluyendo una de Pichanal. La necesidad es grande en el norte”.
El hogar, que tiene capacidad para albergar hasta 40 personas, ofrece un proceso de recuperación integral, con atención las 24 horas y apoyo terapéutico y espiritual: “Estamos trabajando para mejorar las instalaciones, incluyendo aire acondicionado y espacios para los niños, porque es fundamental no separar a las mujeres de sus hijos”, resaltó Jiménez.
El responsable del MPF destacó la participación del gobernador, indicando que “Su participación es fundamental, ya que él fue quien construyó y puso en condiciones toda la casa. Este es un esfuerzo conjunto, porque la lucha contra la droga es un problema de todos”.
Asimismo, la coordinadora del Hogar de Cristo Divino Maestro Tucumán, Pamela Catán, expresó: “hoy, este espacio cobra un nuevo sentido: un lugar de vida, alegría y nuevas oportunidades para las mujeres”.
La Casa de Acompañamiento tiene espacio para hospedar hasta 20 internas, y el espacio está diseñado para que las mismas puedan alojarse con sus hijos e hijas: “Contamos con dos cuartos de baño, una ducha, un cuarto de lavadero y un amplio living comedor de 60 metros cuadrados. También hay un espacio para huertas y un jardín que las chicas podrán cuidar”, resaltó.
“Es fundamental que las mujeres puedan venir con sus hijos. Contamos con un equipo dedicado a los niños, asegurando que tengan una rutina normal. Así, ellas pueden enfocarse en su proceso de recuperación”, agregó Catan.
“Es un espacio donde se recupera la vida y se construyen nuevas oportunidades”.
Este tipo de iniciativas son pilar fundamental para brindar apoyo y contención a las mujeres que luchan contra las adicciones. La terapia grupal, por ejemplo, es una forma efectiva de tratamiento que puede ayudar a las mujeres a superar sus adicciones y mantener una sobriedad a largo plazo.