Cien años atrás nació en Seclantás la conocida Dina Rueda, quien a sus cinco años se mudó a la zona de Finca Carabajal con sus padres. Esta finca está del otro lado del río Rosario, lugar donde se cree que inició Rosario de Lerma.
En un siglo de vida, historia viviente, se casó con Genaro Guaymás y tuvo seis hijos, 19 nietos, 65 bisnietos y 18 tataranietos. Siempre vivió en la otra orilla de la ribera, y se mantiene completamente lúcida y simpática. El secreto de su longevidad, sostiene, es un vasito de vino durante el almuerzo. A causa de la pandemia, la celebración por su cumpleaños fue austero y con pocos concurrentes.
A pesar de esto, todo Rosario de Lerma supo que la abuela festejaba un siglo de vida. Dina trabajó durante tres décadas como ordenanza de la escuela rural de Carabajal, y aunque se jubiló, siguió trabajando por la comunidad tabacalera.
Hace 70 años, Dina y otros vecinos ilustres fundaron el Club Carabajal, en una época donde la zona era floreciente por su producción ganadera y tabacalera. Años después, se construyeron la escuela primaria y el centro de salud. Es conocida por siempre dedicarse al crecimiento de Carabajal, aunque muchos prefirieron irse a buscar otros horizontes. Sus anécdotas son numerosas y reconocidas, por lo que todos los asistentes la escucharon cuidadosamente.
Incluso recibió una visita y regalo del intendente Enrique Martínez, quien le dedicó una poesía. Hoy en día, Dina se dedica a alternar su vida entre su casa y la del resto de su familia, en el barrio San José, y a dedicarse a cocinar sus reconocidos ñoquis caseros, su comida favorita.