Ramón Morales tenía 56 años, era jubilado y había sido profesor. El sábado 29 de enero por la noche, tras contraer COVID-19, falleció en el Hospital San Vicente de Paul a espera de ser atendido en la sala de terapia intensiva.
Luego de permanecer tres días en la guardia del hospital con un cuadro de salud grave, no pudieron salvarlo. La familia pidió que lo lleven a Salta, pero no lo consiguieron.
El 26 de enero frente a su frágil estado de salud lo trasladaron de Embarcación a San Ramón de la Orán, ciudad salteña. Debido al coronavirus no podía respirar y necesitaba atención especializada.
Si bien fue asistido con medicamentos y oxígenos, necesitaba ingresar a las Unidades de Terapia Intensiva. El avance del virus en su sistema respiratorio era preocupante y presentaba problemas multiorgánicos, según detalló Que Pasa Salta.
Morales contaba con dos dosis de la vacuna Sputnik V y a lo largo de la semana le hubiese tocado la tercera, pero lamentablemente no llegó a recibir el refuerzo. El ex profesor, a su vez, tenía patologías preexistentes como hipertensión y problemas cardíacos no muy graves, pero que ayudaron al coronavirus a agravar su salud.