Desde hace ocho años que Gustavo Peñalva busca saber la verdad sobre la muerte de su hija, Lujan, y de la amiga de ella, Yanina Nüesch. En 2012, las jóvenes aparecieron colgadas de un árbol en el barrio San Carlos en la zona sur de la capital salteña, y aunque en un principio se habló de suicidio, la familia Peñalva llevó la investigación más lejos para comprobar que fue un crimen.
La novedad más reciente es que los fiscales penales Pablo Alejandro Rivero y Ramiro Ramos Ossorio elevaron en cuarentena 25 oficios con solicitudes a la jueza de la Sala VI del Tribunal de Juicio Mónica Mukdsi.
Por su parte, el Ministerio Público Fiscal de Salta puso a disposición de la jueza actuante un equipo de investigadores del Cuerpo de Investigaciones Fiscales (CIF). "El pedido más grande se lo hacemos a la jueza. Queremos que se hagan estudios de laboratorio en Estados Unidos para conseguir ADN de la ropa, cartera de Luján y de la cuerda. Del celular, no, porque ya lo travesearon mucho y no encontraron nada. Hay una máquina especial que extrae ADN de superficies rugosas y porosas", dijo Gustavo Peñalva a Salta 12.
La jueza firmó y remitió los pedidos a la Dirección de Asistencia Judicial en Delitos Complejos y Crimen Organizado del Poder Judicial de la Nación, que auxilia con instrumentos de análisis criminal en materia de telecomunicaciones desarrollados por la Oficina de Captación de Comunicaciones.
