La decisión del gobernador Gustavo Sáenz de convertir el Hospital Papa Francisco en un Centro Regional de COVID-19 generó malestar en las vecinos de la zona sudeste de la ciudad, que se manifestaron en la puerta del nosocomio.
Le piden al Gobernador y a la ministra de Salud, Josefina Medrano, que considere las necesidades que tiene el barrio. "Está conformada por más de 300.000 habitantes que en su mayoría viven hacinados, tienen problemas respiratorios a causa de la contaminación del vertedero San Javier y ni hablar de los niños y adultos mayores con enfermedades como diabetes, neumonía, TBC, y bajo peso, en su mayoría crónicas", destacaron.
También exigieron que Saénz revierta su decisión y se manifestaron dispuestos a romper con su cuarentena para defender a su barrio. "Se trata de una zona marginada y vulnerable que no cuenta con los recursos necesarios para sobrevivir a esta pandemia", reclamaron.