A tres años del asesinato de Jimena Salas en Vaqueros, los fiscales Ana Inés Salinas y Gustavo Torres Rubelt pidieron la elevación a juicio contra los imputados Sergio Horacio Vargas, quien continúa preso y Nicolás Cajal, viudo de la víctima.
La solicitud se fundamenta en una serie de elementos que encontraron durante la investigación. Vargas está detenido e imputado por homicidio triplemente calificado por ser cometido con alevosía y ensañamiento y por precio de o promesa remuneratoria y en perjuicio de Jimena Salas. Por su parte Nicolás Cajal está imputado como autor responsable del delito de encubrimiento agravado, en perjuicio de la administración de justicia.
Los fiscales Salinas Odorisio y Torres Rubelt sostienen que la conducta desplegada por Cajal derivó en una manifiesta obstrucción de la justicia. Consideran que no explicó el origen de bienes espurios que estaban en su poder y que fueran sustraídos por los autores del homicidio.
También aseguran que ocultó información importante para la investigación y, según testimonios e informes de peritos, se mostró tranquilo cuando la policía llegó a la escena del crimen. "Su estado era sereno, predispuesto y atento a los detalles solicitados, haciendo siempre hincapié en que su concubina (víctima) habría sido atacada por un ladrón".
Por otro parte, dijeron que se pudo establecer que los autores materiales contaron con la activa colaboración del imputado Sergio Vargas para la perpetración del hecho.