“Por favor no se olviden de mi hija”, la súplica de la mamá de Candelaria durante la suelta de globos

Junto a la familia de la pequeña de 5 años, que miró tras el impacto de una bala perdida, estuvieron las docentes, madres y padres del jardín; y organizaciones y familiares de víctimas de la inseguridad en Rosario.

“Por favor no se olviden de mi hija”, la súplica de la mamá de Candelaria durante la suelta de globos
Al grito de justicia, se realizó una suelta de globos en honor a Candelaria, la nena alcanzada por una bala perdida en Rosario.

En una conmovedora suelta de globos por Candelaria Enrique, la niña que murió por el impacto de una bala perdida en Rosario, Micaela, su mamá, pidió que no la olviden y que la persona que disparó termine presa. Desde la noche de Navidad, el barrio Alvear se encuentra conmocionado por la muerte de la pequeña de cinco años.

El jueves por la tarde, todos se reunieron frente al jardín El Sapo Pepe para realizar un homenaje para la pequeña y seguir exigiendo justicia por su muerte. “No quiero que esa persona esté suelta, por favor no se olviden de mi hija, que siga circulando su foto”, alcanza a decir su mamá antes de quebrarse.

En la suelta de globos estuvieron presentes maestras, padres y madres, además de organizaciones y familiares de víctimas de la inseguridad y la violencia en Rosario, según detalla Rosario3.

Esto se podía evitar y este loco que anda suelto tiene que pagar por lo que hizo. Es una persona que no tiene corazón al festejar de esa manera. Esto le va a carcomer su conciencia y tarde o temprano, si no lo encontramos, él la va a pagar”, señaló Micaela y cuestionó la falta de información al asegurar que “no sabemos nada”.

En esta línea, señaló que “no tenemos ninguna información de las personas que detuvieron, ni de las pericias, ni los allanamientos. Nadie se comunicó con nosotros. El fiscal no nos atiende el teléfono y recién hoy vino alguien de la Municipalidad para ofrecernos el pésame”.

¿CÓMO FUE EL HECHO QUE TERMINÓ CON LA PEQUEÑA CANDELARIA MUERTA?

Pasada la medianoche del sábado 24 de diciembre, Candelaria y su familia salieron a festejar Navidad en la vereda de su domicilio, en la zona de Iriondo al 3900, barrio Alvear. Entre los ruidos de la pirotecnia nadie advirtió el sonido particular de un arma de fuego; por eso, cuando su tío la vio en el suelo, lo primero que pensó fue que se había tropezado.

Fue cuando quiso levantarla que se dio cuenta de que la nena estaba bañada de sangre. La llevaron de urgencia al Sanatorio de la Mujer y allí detectaron que era una herida de bala en la cabeza y que había ingresado con muerte cerebral. Con un cuadro completamente irreversible, los padres de Candelaria hicieron de la tragedia un acto de amor y donaron los órganos.