Luego de una denuncia gravísima en la zona oeste de Rosario, este domingo falleció un joven baleado en la cabeza y demoraron a un policía como presunto autor del disparo. La víctima estaba internada desde la madrugada y presumen que el homicidio ocurrió durante un procedimiento de las fuerzas de seguridad provinciales.
La versión preliminar indica que el muchacho de 25 años sufrió lesiones en el cráneo por el impacto de un proyectil. Alrededor de la 1.30 de la mañana, dos personas lo llevaron en auto desde la zona de Campbell al 600 bis para pedir auxilio y finalmente lo atendieron en el Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (Heca).
En el nosocomio municipal, los médicos constataron que el paciente tenía pérdida de masa encefálica y quedó alojado en estado crítico. A última hora de la tarde, la policía confirmó su muerte por el balazo que recibió en inmediaciones del barrio Empalme Graneros.
El fiscal Adrián Spelta comenzó a investigar el episodio y uno de los uniformados quedó bajo sospecha como autor del disparo fatal. Dada la situación, el Ministerio Público de la Acusación (MPA) también dispuso la intervención de la Agencia de Control Policial (ACP) para evaluar la conducta del agente.
Una prohibición de acercamiento por violencia de género y un disparo accidental
La primera hipótesis que surgió en torno al homicidio en la zona oeste de Rosario se refiere a una denuncia de la madre de la víctima fatal a través del 911. En esa llamada, advirtió que su expareja había ido a la casa y estaba violando una prohibición de acercamiento dictada por la Justicia.
Según fuentes consultadas por El Ciudadano, el joven fue agredido por su padre en la puerta de la vivienda. Minutos después, la mujer volvió a comunicarse y denunció que un policía le había disparado a su hijo mientras estaban en el lugar.