El día que Marco Ruben anunció su retiro, lo hizo rodeado por sus compañeros de equipo en Rosario Central. En ese momento le dijeron que tenía que hacer el asado de despedida. Aunque el pedido fue entre risas, el goleador cumplió este martes para coronar la vuelta del plantel a los entrenamientos.
Los jugadores retomaron las prácticas el lunes después de la victoria ante Estudiantes de La Plata en la última fecha de la fase inicial del torneo de Primera División. Aunque el viernes el Canalla debuta ante Sol de Mayo por Copa Argentina, el exdelantero se hizo cargo del permitido de la semana en el predio de Arroyo Seco.
Aunque se retiró con el título de máximo goleador de Rosario Central en el profesionalismo, Ruben no dudó en poner la carne al asador y se encargó de preparar la comida para los jugadores durante el entrenamiento. Más tarde trascendió una foto como prueba de que no delegó responsabilidades para cumplir con la promesa.
La semana anterior, el beltranense de 35 años fue contundente cuando le preguntaron si había chances de que diera marcha atrás con la decisión. Incluso descartó volver a jugar ante un pedido de Ángel Di María, que le mandó un video para felicitarlo y sueña con seguir su camino y retirarse en el Canalla.
Después de ponerle el broche de oro a su carrera con su gol 105 en el club y un triunfo, Ruben quiere pasar más tiempo con su familia. De hecho, tanto su esposa Gisel como sus hijos Leo y Sara lo acompañaron en el saludo final en el Gigante de Arroyito, así como su mamá y su abuela materna.