Una investigación provincial reveló que la vacuna Sputnik V tiene una eficacia del 98,7% en Santa Fe. El estudio fue realizado por el Ministerio de Salud provincial, con colaboración de Nación y del Conicet, tomando como base 1.121 personas que recibieron una o dos dosis de la vacuna desarrollada por el laboratorio Gamaleya.
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Lo destacado es que ese porcentaje se alcanzó “independientemente de las dosis recibidas y de los días transcurridos desde la aplicación de las mismas”, explicaron los investigadores. Técnicamente, los responsables del estudio rosarino sostienen haber evidenciado “una respuesta humoral robusta”.
La respuesta humoral es una de las formas en las que el sistema inmune se comporta y produce anticuerpos específicos que protegen contra la enfermedad tras la inoculación, en este caso los anticuerpos específicos anti-Spike, anti-proteína S, del virus SARS-CoV-2 que produce COVID-19.
El grupo poblacional, o cohorte estudiada, de 1.121 personas se conformó con trabajadores y trabajadoras de la salud, concretamente del Hospital Provincial del Centenario de Rosario, que recibieron una o dos dosis de Sputnik V en el período de febrero a mayo de 2021.
Tras el análisis de los datos se arribó, también, a otras conclusiones alentadoras: Los anticuerpos específicos IgG antiproteína S de SARS-CoV 2 se incrementaron al 99,9 % en el caso de aquellos que recibieron los dos componentes de la vacuna (es decir, las dos dosis) y fueron testeados luego de, al menos, 14 días de haber recibida la segunda dosis.
Otro resultado relevante que arroja la investigación es que si bien la respuesta inmune desarrollada es importante aún con una sola dosis entre quienes no estuvieron expuestos al virus, una segunda dosis incrementa el porcentaje de respuesta en la población y multiplica los niveles de anticuerpos observados de manera significativa. Lo anterior, “permite recomendar la aplicación de la segunda dosis en ese grupo. Y fundamentalmente priorizando los grupos de mayor riesgo como los adultos mayores”, indicaron los científicos.
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A partir de esta evidencia local, también se constató que quienes tuvieron previamente COVID-19 y luego recibieron una sola dosis de Sputnik, desarrollaron niveles de anticuerpos iguales o superiores a quienes no lo tuvieron y recibieron las dos dosis. Esto es importante porque en contextos de escasez de vacunas permite una mayor planificación y mejor distribución de las dosis que van entrando al país.
De esta manera, se podría diferir y posponer la aplicación del segundo componente en alguna población específica, ya que con una dosis del primer componente la respuesta inmunológica es muy robusta. No obstante se aclara que la vacuna solo reduce significativamente la hospitalización, las complicaciones y la muerte, pero no evita ni la infección ni la transmisión de la enfermedad a otras personas.
