Ya no hay vuelta atrás para Ángel Di María en la selección argentina, pero “Romper la pared” permite revivir los mejores momentos del ídolo dentro y fuera de la cancha. Para agrandar el combo, el futbolista de Benfica aceptó una entrevista de su hija mayor y quedó sorprendido: “Me estás pidiendo un montón”.
Aunque sólo tiene 11 años, Mía Di María se sentó frente a las cámaras con muchísima soltura. “Bienvenidos a mi canal”, anunció como si fuera una youtuber en el video promocional que Netflix difundió este miércoles.
Cuando parecía que el único problema en torno al documental era la reacción de Toti Pasman frente a un comercial para redes sociales, “Fideo” pidió gancho por una pregunta cuando jugaba de local. La niña nacida en Madrid quiso definir cada uno de los tres capítulos con una palabra, pero fue demasiado para el exjugador de Rosario Central y Real Madrid.
¿Cuál es el momento favorito de Ángel Di María en “Romper la pared”?
Aunque no logró hacer la síntesis de los episodios, Ángel Di María no tiene dudas sobre lo que más le gusta de la serie. El mediocampista de 36 eligió la parte del Mundial de Qatar 2022 como el momento “más lindo” de la serie de Netflix.
“Esas son lágrimas de alegría, no de tristeza”, le dijo el futbolista a su hija. Así planteó el contraste entre el sentimiento de su familia luego de la final con Francia y las peores etapas de su carrera profesional.
Por otra parte, Di María confesó que los testimonios de sus padres fueron los que más lo hicieron llorar cuando vio el documental. En este sentido, explicó: “Demuestran un poco el sacrificio, tenían que trabajar muchísimo para darnos todo”.
“Fideo” quedó conforme con la producción de Pegsa Group porque el público “puede llegar a entender los momentos difíciles” que atravesó en su vida. “Uno de afuera piensa que es fácil, que todo es color de rosas, pero no”, señaló.
Para completar el reportaje, el exjugador de París Saint-Germain (PSG) y Manchester United demostró que no le pierde pisada a su esposa Jorgelina Cardoso a la hora de los chistes. Mientras estaba sentado con su hija en el sillón, le advirtió con una sonrisa: “No me preguntaste si se rompió la pared”.