El domingo en el Gigante de Arroyito, Ángel Di María desató uno de los momentos más recordados de la fecha con un gol olímpico frente a Boca que le dio al Rosario Central un empate lleno de controversia: en las redes y la televisión se abrió un debate no solo por la ejecución, sino por si la pelota estaba correctamente ubicada para hacer válido el tiro de esquina.
En rigor, la reglamentación del fútbol establece que basta con que una mínima porción de la pelota esté en contacto con la línea del círculo para que la posición sea válida. En algunas tomas parece que el balón está apenas sobre la línea, lo que hace que la ejecución del gol esté dentro de lo reglamentario.

En ese contexto, Jorgelina Cardoso, esposa del “Fideo”, no se quedó callada y apareció en las redes con un contundente mensaje en respaldo al futbolista y, como ocurrió en otras ocasiones, apuntó directo contra los periodistas.
A través de un posteo replicado de la señal ESPN, que mostraba la discusión en un programa deportivo, la rosairna atacó con dureza: “¡Dejen de llorar! Antes ‘le regalaban penales’, después ‘Chiqui lo ayudaba’, ahora ‘la pelota mal ubicada’”.

El mensaje, claro y sarcástico, fustigó la ola de críticas multiplicadas en redes sociales. Pero no se quedó con esas palabras solamente: “¿Qué van a inventar después? ¿Que alguien la manejó con un joystick desde afuera?”.
El descargo de Cardoso no es casual: desde su regreso al fútbol local, Di María fue objeto de críticas similares en otros momentos del torneo, acusaciones de beneficios arbitrales o decisiones polémicas.
