Seis niños de la categoría 2016 de la Escuela de Fútbol Infantil Malvinas Argentinas de Newell’s Old Boys fueron sancionados con una suspensión de tres meses y la quita de las becas tras tomarse una foto con Ignacio Malcorra, jugador de Rosario Central.
La imagen fue tomada hace unos meses durante un partido en Funes, donde Newell’s enfrentó a Defensores, equipo en el que juega el hijo de Malcorra. Al ver al jugador profesional, los niños se acercaron para tomarse una foto, sin prever las consecuencias que esto traería.
Carlos Panciroli, coordinador del predio, explicó que la decisión fue consensuada con los padres: “Se les quitó la beca, pero todo fue consensuado con los padres que estuvieron de acuerdo con la medida”. Además, señaló que la foto generó diversas reacciones: “Esa foto generó muchas cosas y más aún en el momento en que vivimos, por eso se tomó una medida con el fin de preservar la vida cotidiana en la entidad”.
Desde la institución, se argumentó que la sanción busca sentar un precedente sobre el respeto al escudo y la camiseta del club. “Los chicos son las víctimas porque la foto la generaron los padres. Esto que se decidió es un correctivo interno para que no se repitan estos errores de subir fotos. Cada uno puede hacer lo que quiera, pero no con la ropa de Newell’s”, agregó.

Por su parte, Juan Álvarez, encargado de la escuela “Malvinas Argentinas”, también se refirió al tema y mencionó que la decisión se tomó para proteger la integridad de los chicos, ya que recibieron amenazas tras la difusión de la foto. En declaraciones radiales expresó: “Hoy en día, por lo tanto, recibimos amenazas, una manifestación, un martes donde no podían entrenar los otros chicos que van”.
La medida ha generado controversia en la comunidad futbolística y en las redes sociales, donde muchos cuestionan la severidad de la sanción aplicada a niños de tan corta edad. Algunos consideran que se trata de una reacción desproporcionada, mientras que otros apoyan la decisión del club en pos de mantener la identidad institucional.
Por el momento, los seis chicos deberán cumplir con la suspensión y afrontar la pérdida de sus becas, mientras el club y las familias reflexionan sobre lo ocurrido y las lecciones que deja este incidente.