Este miércoles, la cárcel de Coronda fue escenario de una requisa a varios pabellones en los que se secuestraron 50 teléfonos celulares, bolsas con estupefacientes fraccionados y elementos de corte y precisión. El operativo se realizó en un sector en el que conviven 196 presos.
La requisa, llevada a cabo por el área de Inteligencia del Servicio Penitenciario santafesino, arrojó como resultado, además de los celulares, “275 envoltorios con sustancias prohibidas, una balanza de precisión chica, chuzas, y otros elementos” en el Pabellón 1, según constató el director del Servicio Penitenciario, Gabriel Leegstra.
Este fue el último operativo realizado de una serie de requisas que empezaron la semana pasada. Según cuentan miembros del personal, los chequeos visuales en los pabellones no revelaban la presencia de ningún elemento sospechoso. Sin embargo, ciertas situaciones hicieron sospechar que algunos internos estaban usando celulares en horas de la noche, haciendo llamadas desde el interior del penal.
¿Cómo se diagramó el operativo?
En ese marco, los agentes dieron lugar a un operativo “súbito” de desalojo y chequeo de todas las celdas, con una gran cantidad de oficiales. Una vez vacíos los espacios, se empezaron a registrar los posibles lugares donde se podía esconder un celular.
En total se secuestraron 50 dispositivos móviles con sus cargadores escondidos en las mamposterías de paredes y techos, así como en cañerías y pisos del sector. Además, se encontró cocaína y marihuana fraccionadas y listas para la venta, así como elementos de corte y pesaje.
Intervienen en la causa, la fiscalía correspondiente, la Agencia de Investigación Criminal para el resguardo y análisis de los celulares y de la droga encontrada.