El gobernador Miguel Lifschitz se reunió este viernes con su gabinete tras los asesinatos ocurridos en Rosario durante el Jueves Santo.
La crisis en seguridad quedó plasmada con el crimen del taxista, de un hombre que tomaba mates con un vecino en Castellanos y Doctor Riva, de una mujer que estaba pintando la casa de su padre en barrio San Francisquito y el joyero que fue degollado en el centro.
Estos hechos motivaron la reunión para analizar lo ocurrido y para evaluar posibles medidas. Del cónclave participaron el gobernador, el ministro de Seguridad Maximiliano Pullaro, el secretario de Seguridad, Omar Pereyra, y el secretario de Desarrollo Social Jorge Elder.
“Vamos a dar con los responsables y los vamos a poner a disposición de la Justicia y esperamos que sean condenados. Lo único que quiero es agarrar a los responsables y meterlos en cana”, aseguró el jueves Pullaro.