A menos de un mes del cierre para la presentación de listas en la provincia de Santa Fe, la participación de Rodrigo López Molina como candidato a intendente pasó de ser cosa juzgada a objeto de interrogantes fogoneados por la interna del PRO y la Unión Cívica Radical (UCR).
Protagonista de la amplia victoria que llevó al macrismo a ser la primera minoría del Concejo Municipal en 2017, el edil lleva semanas sin encabezar actividades públicas como referente de su partido. Su ausencia fue capitalizada por su colega Gabriel Chumpitaz, quien aparece como la alternativa amarilla en caso de que "Roy" no llegue a un acuerdo para postularse.
Chumpitaz no sólo sale a la calle a hablar de los cambios que deberá encarar la próxima administración del Palacio de los Leones, sino que además respalda abiertamente al diputado provincial Federico Angelini para ser gobernador. Esta situación contrasta con la que planteó su rival radical José Corral cuando se lanzó por el mismo cargo y sostuvo que López Molina es "el mejor candidato" que tiene Cambiemos para desplazar al socialismo.
La puesta en escena del santafesino muestra fuera de foco al ex concejal Jorge Boasso, quien protagonizó una fuerte disputa con el intendente capitalino cuando le negaron la chance de competir en la interna macrista para diputado nacional con Albor Cantard. A más de un año de su partida del Palacio Vasallo, el rosarino aseguró que "trabaja políticamente para que la UCR deje de ser dama de compañía".
Boasso ya fue precandidato a intendente en 2011, momento en que su partido estaba dentro del Frente Progresista y lejos del PRO. Cuatro años más tarde, la relación se invirtió y el abogado acompañó a Miguel Del Sel en la reñida elección provincial que el integrante de Midachi perdió por algo más de un millar de votos ante Miguel Lifschitz.