La policía provincial inició este martes a la noche un operativo que tuvo su punto máximo de despliegue a primera hora del miércoles, cuando más de un centenar de agentes comenzaron a patrullar el centro de la ciudad para impedir la presencia de vendedores ambulantes ilegales.
El día anterior, el Ejecutivo local hizo sendas presentaciones ante la Justicia federal y la provincial para evitar el despliegue de los manteros en la zona, algo que ya había ocurrido la semana pasada durante el paro de trabajadores municipales.
En esta ocasión, el panorama de la primera jornada de la medida de fuerza fue radicalmente opuesto. En vez de los puestos y paños que cubrieron las veredas desde temprano, las peatonales y calles aledañas amanecieron custodiadas por 120 efectivos de la fuerza de seguridad provincial.