Luego del despido de los últimos empleados que le quedaban en la planta Navarro, en la zona oeste de Rosario, el Ministerio de Trabajo de la provincia dictó la conciliación obligatoria por el conflicto en Acindar a partir del reclamo de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) para mantener las fuentes laborales recortadas.
El cónclave convocado para las 13 concluyó por la tarde después de nu nuevo pedido del sindicato para reabrir la fábrica y reincorporar a los trabajadores cesanteados.
En el encuentro las autoridades de la cartera santafesina ordenaron que la firma tome nuevamente a unas 15 personas entre personal de planta y operarios contratados. Si bien la medida regirá hasta el 26 de noviembre, el gremio se mantiene en alerta porque los representantes de la compañía ratificaron su intención de dar de baja el predio ubicado sobre Presidente Perón.
El proceso de desvinculación de trabajadores que atraviesa Acindar en torno a dicho establecimiento comenzó en 2016 y originalmente abarcaba a 150 personas. La última semana recibieron el telegrama los últimos diez empleados.