La crisis genera cambios de conducta en los consumidores y los comerciantes muchas veces tienen que modificar la oferta para mantener las ventas a como de lugar. Si bien siempre se ofreció mercadería del día anterior, por primera vez en años, los panaderos rosarinos aseguran que las "facturas de ayer" se venden más que las frescas.
El cálculo es sencillo. "La media docena de facturas del día cuesta unos 60 pesos, contra los 35 pesos que sale la bolsita de facturas de ayer", explicó Gerardo Di Cosco, de la Asociación de Industriales Panaderos de Rosario. "De ésta manera logramos que muchos clientes se lleven algo, ya que de lo contrario optan por no comprar y nosotros podemos finalmente recuperar algo de los que elaboramos", agregó, en contacto con Vía Rosario.
La tendencia alcanza incluso al producto más básico que venden las panaderías. "El pan del día anterior también es embolsado y si bien el impacto es menor que en el caso de las facturas hay quienes deciden llevarlo para calentarlo en casa y así ahorrar unos pesos", expresó el representante de la entidad.
El problema está en las alzas de precio, que ni siquiera los elaboradores pueden trasladar al consumidor final. "Antes de la última devolución la bolsa de 50 kilos de harina estaba en los 630 pesos. Ahora la bolsa cuesta por arriba de los 900 pesos. Hablamos de un 35 por ciento de suba", mencionó Di Cosco. Las subas alcanzan también otros insumos como la margarina, los huevos y el aceite.
Escasa variedad
La baja en las ventas y la decisión de los clientes por llevarse "solo lo necesario" repercute también en una limitación de la variedad de productos panificados. "Ya no se venden las masas finas, algunas variedades muy específicas de los panificados se dejan de hacer. La contrapartida es que la merma en al elaboración se reemplaza por comidas o mercadería de almacén. Es común ver a panaderías reconvertidas en granjas o aquellas que venden comida elaborada como tartas, empanadas o sándwiches", analizó
La Asociación de Industriales Panaderos de Rosario está cerca de presentar las últimas estadísticas que reflejan el cierre de locales en el Gran Rosario. Hasta hace tres mese habían contabilizado 80 panaderías con las persianas cerradas en 2018, realidad que los mantiene muy alarmados.