Un hombre de 82 años pasó días de angustia en un hospital de Capitán Bermúdez donde debían operarlo, pero no lo atendieron, ni lo medicaron y ni siquiera lo alimentaron porque los médicos están en huelga por una deuda que se acumula desde octubre. La familia tuvo que hacerse cargo de la ambulancia para trasladarlo a Rosario.
Una verdadera odisea vivió Sabrina Martínez, oriunda de Puerto General San Martín, junto a su papá en las últimas semanas. Todo comenzó el año pasado, cuando el anciano fue hospitalizado por una neumonía.
Al estar postrado, se le hicieron escaras en ambos pies. "Una se la pudimos curar nosotros, pero en la otra se le complicó por un bypass que le habían realizado y se le agrandó", contó a Vía Rosario Sabrina, quien es enfermera. La cosa pasó a mayores cuando le aparecieron gusanos en el pie.
Ante eso, lo trasladaron al hospital de Granaderos a Caballo de San Lorenzo. "Estuvo once horas esperando porque nadie se quería hacer cargo. Ni siquiera lo alimentaron, hasta que por fin un médico decidió a ponerle una vía en el brazo", indicó.
Como no recibía la atención adecuada, decidieron trasladarlo a un sanatorio de Capitán Bermúdez administrado por el Grupo Masa que le correspondía por Pami. "El viernes pasado comenzaron a suministrarle un tratamiento antibiótico intravenoso, sin embargo debían hacerle un doppler para ver hasta dónde tenía comprometida la pierna", explicó.
Pero ese estudio nunca se lo hicieron y el cirujano cardiovascular que debía verlo tampoco lo atendió, ya que los médicos habían adoptado una medida fuerza. "Nos dijeron que hace desde octubre que el Grupo Masa no les paga el sueldo", confesó Sabrina.
Desde el sanatorio buscaron darle el alta, pese a no estar recuperado, en lugar de derivarlo a otro nosocomio. "A través de conocidos le conseguí una cama en el Pami II, y después de mucho insistir el Grupo Massa nos dio la ambulancia pero sin médicos, y nos dijo que nosotros nos hacíamos responsables si le pasaba algo", relató.
Desde el Pami II, por su estado delicado, lo trasladaron al Hospital Italiano, donde espera que finalmente puedan realizarle los estudios y la intervención quirúrgica necesaria. "Cada día que pasa el proceso avanza más, y esta situación que vive mi papá se repite con todos los jubilados que dependen del Grupo Masa para su salud. Es una vergüenza", se indignó Sabrina.