La llegada de la primavera y del calor hace que la gente se vuelque a los bares de manera masiva y sobre todo a los patios cerveceros, muy de moda en los últimos años. Lo cierto es que en el Concejo preocupa el crecimiento exponencial de estos lugares, que funcionan sin ningún tipo de regulación y control.
Al respecto, la edila Fernanda Gigliani precisó que el municipio no respondió el pedido de informes presentado en junio pasado para que se investigue la habilitación de estos comercios. Esto surgió luego de que vecinos del "Jardín Cervecero" se quejaran de los ruidos que de generaban desde ese lugar.
"Nunca contestaron el pedido de informe y el Patio ya está inaugurado. Se escucha muchísimo la música y las voces de la gente y no le podemos exigir obras de insonorización a un lugar que es abierto. Es un rubro que hay que trabajar de manera específica", explicó la concejala al medio Rosarioplus.
Asimismo, Gigliani subrayó que el entorno inmediato del local "es de un uso predominantemente residencial", lo que vuelve "absolutamente incompatible" el desarrollo de una actividad con amenización musical.
"La idea es abordar esta situación dentro de la nueva normativa sobre la nocturnidad. Qué pasa con estos lugares con poca inversión, que no tienen cobertura y que muchas no pueden convivir con el entorno", concluyó.