Pasajeros desorientados entre las dársenas, era el panorama que se repetía desde temprano este miércoles en las terminales de colectivos de Rosario, Buenos Aires, Córdoba y Tucumán, como contexto de una sorpresiva medida de fuerza llevada a cabo por el personal de un grupo de empresas de transporte de larga distancia.
Puntualmente desde la medianoche se suspendieron gran parte de los servicios de la compañías Urquiza, Sierras de Córdoba, Chevallier y Pullman General Belgrano, que conectan el centro y el norte del país.
El paro se dictaminó como medida de repudio al pago en cuotas del salario de julio que, según denunciaron los trabajadores de la compañía, recién se terminará de liquidar el 29 de agosto.
Horas antes del inicio de la protesta, se difundió un documento entre los empleados que mencionaba sobre la abstención de tareas desde la hora cero de este miércoles 8 hasta que se efectivice el pago total de los haberes de julio.
El comunicado manifestó que los empleados que se encuentren fuera de residencia "comenzarán la abstención una vez que lleguen a su cabecera de origen".
El paro alcanzaba al personal administrativo de boleterías, choferes y mecánicos de las bases de Rosario, Córdoba, Buenos Aires y Tucumán.