El precio de la carne no para de subir y con bolsillos cada vez más apretados, la demanda se restringió entre un 10% y un 15%. Cortes como la costilla de asado dejaron de comprarse.
El fenómeno no es nuevo pero cada vez se agrava más. Según la Asociación de Carniceros de Rosario, en mayo se registró un incremento en todos los cortes del orden del 10%. La consecuencia directa fue una aceleración de la caída de la demanda.
"En lo que va del año la pérdida de ventas es del 10% al 15%, sobre todo en los barrios, y no tan fuerte en el centro", explicó José García, titular de la Asociación de Carniceros, en diálogo con Radio Mitre.
"Lo que pasa ahora y nunca lo habíamos visto, es la sobra de asado de costilla", se sorprendió García y agregó que esto se produce porque ese corte tiene mucho desperdicio.
"Tiene grasa, hueso y la gente busca otros que rindan más, como el vacío, colita de cuadril, tapa de asado o de nalga, el entrecot. Los cortes más requeridos son esos", cerró.