La dirigencia de Rosario Central está abocado a la búsqueda de refuerzos en este receso y está claro que el puesto a cubrir es la zaga central. En este sentido, uno de los apuntados es Pablo Álvarez, que estuvo hasta hace muy poco en el canalla y debió irse por problemas familiares.
El defensor arregló en Racing en junio pasado para acompañar la última parte de la lucha de su ex mujer, que finalmente falleció semanas después. En este receso, Montero pensó en él y el jugador tiene intenciones de venir, aunque no será fácil.
Si bien en Central concuerdan que el ex Boca sería el futbolista ideal, Álvarez también considera a Racing porque le abrió sus puertas en un momento difícil. Fichó hasta junio de 2017 e incluso con una opción para renovar por un año más.
El técnico de la Academia, Diego Cocca, lo tiene en cuenta y todo parece indicar que, por el momento, continuará su carrera en la institución de Avellaneda.