Los trabajadores de Carrefour en Rosario se encuentran expectantes a raíz del proceso preventivo de crisis iniciado por la firma extranjera. Este jueves se realizó una asamblea en la sucursal de Pellegrini al 3200 ante versiones de achique.
La información sobre la cual trabaja el Sindicato de Empleados de Comercio es el deseo de la empresa de reducir parte de sus 19 mil trabajadores y 600 sucursales. Ante esta situación convocaron a los mercantiles para evitar que se vulneren sus derechos.
"Estamos en estado de alerta, no solo están en juego los puestos de trabajo de los empleados directos de Carrefour sino otros de maestranza o seguridad", señaló Sebastián Ferro, delegado.
"Es un ajuste que viene de hace diez años, donde había 840 trabajadores, vía retiros voluntarios, quedaron 450 a los que se les recargó el trabajo", añadió.
Para Ferro esto se trata de "un plan con varias aristas para lograr que todos los argentinos les financien las ganancias que se siguen llevando a Francia".
Una versión que circula por los corredores de los supermercados es que la firma pretendería reducir los sueldos en un 20 por ciento con el argumento de que están por encima de los haberes de los empleados de comercio, al computarse "premios por asistencia y puntualidad".
Este tipo de rumores, para el gremio se tratan de una "acción psicológica para que los trabajadores acepten los retiros voluntarios".
Diego Virgili, miembro del consejo directivo del sindicato sostuvo que a la firma los "balances les dan positivos", pese a que "hay una baja del consumo y un deterioro del mercado interno".
"Lo que sucede es que la cadena en Argentina debe mantener la tasa de retorno a Francia. Los números les tienen que cerrar sí o sí y el ajuste lo hace con los trabajadores. Entonces con la plata del Estado, accediendo a beneficios como pagar menos cargas patronales y sociales, van a financiar los retiros, que no son más que despidos encubiertos", enfatizó