Una familia solidaria lucha por la adopción de un niño. Una historia que no es nueva en Santa Fe, que ya cuenta con el caso de 'Kiki'. "No nos dieron ni siquiera la oportunidad de darle un beso. Teníamos preparadita su mamadera, su mochilita, su juguete favorito. Se llevaron como a un gran delincuente, por la puerta de atrás, corriendo", lamentó Gustavo Monduzzi.
"El bebé llegó a casa a los 34 , pasó su vida entera con nosotros. Estuvo unos días internado cuando nació y a las pocos días estuvo en casa, desde el 22 diciembre 2016", relató en diálogo con Via Rosario.
Gustavo tiene 52 años y su esposa Karina 49. Juntos construyeron un hogar con cinco hijos y dos nietas al que desde hace dos años se incorporó a "Peque". "Aprendió a caminar por mi casa, abrió sus ojitos y la única mamá que encontró era a mamá Karina, a papa Gustavo, a sus hermanos, a su gato, los rincones de su casa que es mi casa", recordo emocionado.
"Uno firma un contrato donde dice que es parte del programa por 90 días con la posibilidad extraordinaria de 90 días más. La Dirección de Niñez nos dijo que iba a ser para 15 o 20 días hasta que se resuelva la situación de la vinculación con su mamá", explicó sobre el proceso legal.
Vencidos los plazos, en febrero la familia solidaria se presentó en los tribunales de Villa Constitución para solicitar la guarda preadoptiva pero fue rechazada.
"Pedimos la revocatoria y un abogado para el niño, que al menos haya un abogado que lo escuche a "Peque", porque él habla con su cuerpo, con su felicidad", planteó Gustavo. "Pasó el tiempo y cuando nos dicen que lo ponían en estado de adoptabilidad con sus tres hermanos, nosotros nos ofrecimos a adoptarlos a todos", explicó.
Sin embargo, la postulación no prosperó y el niño les fue arrebatado. "'Peque' no su partida por 30 días, el Estado volvió a violentarse con el bebé", describió.
"No nos dieron ni siquiera la oportunidad de darle un beso. Teníamos preparadita su mamadera, su mochilita, su juguete favorito. Se lo llevaron como a un gran delincuente, por la puerta de atrás, corriendo. No nos dieron la posibilidad de que alguien lo escuche. No nos permitieron decirle que vamos a luchar hasta las últimas consecuencias por él", concluyó.