El discurso de apertura de sesiones ordinarias del Concejo de la intendenta Mónica Fein tuvo un fuerte contenido político que dio lugar a variadas críticas tanto desde Cambiemos como del kirchnerismo.
El bloque de Cambiemos lamentó que la mandataria no haya usado el discurso para convocar a un trabajo conjunto. "Gran parte del tiempo lo usó para criticar al Gobierno nacional y quejarse, en vez de llamarnos a trabajar juntos para mejorar la vida de los rosarinos", dijo Roy López Molina.
"Es muy fácil tomar la postura de echarle siempre la culpa a la Nación, pero la realidad es que hace 30 años que el socialismo gobierna en Rosario y aún no ha podido llevar adelante muchas de las obras que anunciaron y prometieron en tantas oportunidades", explicó.
El edil más votado en 2017 indicó que de cualquier modo van a acompañar para que “aquellos anuncios se puedan concretar, y no haya que lamentar luego que no se pudieron realizar”.
Por su parte, el justicialista Eduardo Toniolli coincidió en los cuestionamientos de Fein al Gobierno nacional en torno al modelo económico y sus consecuencias laborales, productivas y sociales, pero rechazó el argumento socialista de que en el municipio "no hay empresarios amigos del poder".
"Es faltar a la verdad: el plan Abre, tan necesario, adjudica la mayoría de las obras a 4 amigos sin licitación; el problema del transporte no se va a solucionar mientras no se ponga en caja a otro amigo del poder", sostuvo.
Norma López, de Unidad Ciudadana, marcó diferencias con Fein: "No puedo dejar de señalar la contradicción de la intendenta sobre el impacto tarifario sobre la economía local. El gobernador Lifschitz no para con los tarifazos", señaló.
Roberto Sukerman, su compañero de bancada, había declarado antes del discurso que "el socialismo está muy cómodo con Cambiemos".
