Como sucede cada año, para las fiestas se reactiva el debate por los riesgos y los daños que provoca la pirotecnia ya sea por las graves consecuencias que pueden sufrir quienes las manipulan como por el efecto que causa en niños autistas o los animales.
Si bien en gran número de municipalidades y comunas de la provincia se ha prohibido su venta y uso, y han crecido las campañas de concientización sobre los efectos nocivos de la utilización de los fuegos artificiales, hay quienes no conciben las fiestas sin la pirotecnia.
Esto se plasmó en la falta de adhesiones lograda en la Legislatura santafesina por parte del proyecto de ley presentado por el diputado Julio Eggiman este año para prohibir la comercialización y uso particular, lo que una vez más dio piedra libre a los usuarios y comerciantes.
Ciudades con prohibición
La pirotecnia no solo está prohibida en Rosario, sino que en 2011 adhirió a la iniciativa Granadero Baigorria; Coronda en 2012; Cañada de Gómez en 2013; Fray Luis Beltrán, Armstrong y Totoras en 2014; y Capitán Bermúdez en 2015 junto a San Lorenzo , Rufino, Fighiera, Carcarañá y San Jorge.
A ellas se les suma Puerto General San Martín, Funes, Venado Tuerto, Reconquista, Pujato y Rafaela en la cual hay una excepción que autoriza su utilización en eventos autorizados por el Ejecutivo municipal cuya finalidad sean los "efectos exclusivamente visuales".
La capital provincial, se agregó recientemente a las ciudades sin pirotecnia, el Concejo aprobó un proyecto en octubre y tanto Navidad como Año Nuevo se celebrarán sin fuegos de artificio.
Donde sí se consigue
A diferencia de lo que ocurre en localidades vecinas, en Roldán, Pérez, Piñero, Pueblo Esther, General Lagos, Alvarez y Villa Constitución no rige una ordenanza de pirotecnia cero por lo que la utilización y venta se encuentra autorizada, siempre a partir de ser adquirida en comercios homologados.
Apenas cruzando el arroyo Salidillo, en Villa Gobernador Gálvez también es posible adquirir fuegos artificiales. Es que el Concejo Deliberante de la localidad autorizó en 2015 la comercialización a partir del cambio de una ordenanza de prohibición. El tema en aquella ocasión tuvo impacto en Rosario debido a la cercanía entre los municipios.