Mucho se habló tras la filtración de los audios de las llamadas que hizo el ministro de Seguridad, Maximiliano Pullaro, desde su teléfono pinchado, pero faltaba la voz del gobernador Miguel Lifschitz.
Después del escándalo, este viernes el mandatario santafesino salió a respaldar a su funcionario y se mostró molesto y preocupado por lo que valoró como una "actitud irregular" del fiscal Roberto Apullán que tenía a su cargo una investigación por corrupción policial y que decidió intervenirle la línea a Pullaro.
Refiriéndose primero al accionar del ahora ex fiscal Fernando Rodrigo, que renunció a su puesto luego de que se confirmara que utilizó recursos del Ministerio Público de la Acusación (MPA) para escuchar a su pareja y sus allegados, Lifschitz manifestó que "vamos a pedir de la misma forma que se investigue a fondo la situación de los fiscales de la cuidad de Santa Fe que de manera bastante irregular han intervenido la línea de un ministro del gobeirno".
"No hay razones que fundamenten la actitud del funcionario del MPA que fue ejecutado sin conocimiento del juez que debía aprobar la escucha y dijo que ignoraba que que le hubieran notificado qué teléfono iban a intervenir", sostuvo el gobernador.
"El derecho a la privacidad de las personas se los debemos garantizar a todos", puntualizó Lifschitz. El ministro de Seguridad cosechó respaldos de sus compañeros de gabinete, pero también del propio partido radical al que pertenece.