El último fin de semana, la participación de Ángel Di María en la final de Champions League sirvió como recordatorio de los humildes inicios del volante de París Saint-Germain (PSG). Por una triste casualidad, un grupo de delincuentes entró a robar a El Torito, el club donde el volante empezó a jugar al fútbol.
El golpe no es inédito en la vida de la entidad que también vio los primeros pasos de otros deportistas como Roberto Sensini, Julio Zamora y Nery Domínguez. Sin embargo, advirtieron que esta vez el daño fue mayor porque los dejó sin chances de seguir entregando la comida que preparan para paliar la crisis fruto de la pandemia de coronavirus.
Según explicó este martes el presidente Germán Ángel, los ladrones vaciaron un depósito con mercadería y además se llevaron varios elementos de cocina: ollas, mecheros, una balanza, y una amasadora para el pan. Dado que suelen repartir las raciones los viernes, decidieron pedir ayuda públicamente para poder poner manos a la obra nuevamente en el barrio.
El titular de El Torito lamentó el accionar de los maleantes porque además del robo rompieron las ventanas del club cuya fachada luce un mural dedicado a Di María como una de sus máximas figuras. "Han hecho mucho daño, pero más que nada el daño es hacia la gente. Estamos trabajando para ellos porque el fútbol está parado", explicó en un reportaje con Canal 3.
Ángel explicó que la idea de cocinar para darle una mano a las familias carenciadas se implementó a partir de la iniciativa de los padres de los chicos. Sin embargo, los entrenadores también colaboran y así han llegado a preparar 1.700 porciones semanales.