La confirmación del contagio de coronavirus en el sudoeste santafesino derivó en una movida insólita para echar al médico del pueblo, quien fue identificado tras el resultado del test. Después de días de hostigamiento, el profesional de Cañada del Ucle contó cómo vive la situación y confirmó que hasta el presidente comunal firmó un petitorio para que se fuera.
La situación de Marcelo Palou llegó a un punto crítico este fin de semana después de dar positivo por COVID-19 en la localidad ubicada a unos 120 kilómetros de Rosario. Su hijo de 13 años se quedó en un departamento mientras él recibía mensajes que de gente que le "desea la muerte" a través de Facebook.
Unas 1.500 personas viven en el pueblo vecino a Firmat, donde presumen que el protagonista se contagió mientras realizaba su trabajo. El jueves se confirmó que estaba infectado y un grupo de vecinos fue a pedir que lo separaran del Samco, pero la historia no terminó allí. Más adelante reunieron unas 300 firmas en una carta con el mismo objetivo y alegaron que el reclamo no tenía que ver con su enfermedad sino con un supuesto mal desempeño. Entre quienes la suscribieron se encuentra Orlando Pruzzo, titular de la Comuna.
"Dicen que no es por el COVID-19 pero lo hacen justo ahora, cuando ya no puedo salir", se quejó el médico después de denunciar que lo persiguieron para sacarle fotos y fueron a golpearle la puerta de madrugada a su domicilio. Ante la consulta de LT8, aseguró que tiene el apoyo de todos sus colegas en la zona y no hay motivos para que lo echen, pero igualmente tiene decidido irse del lugar una vez que se recupere.