Después de la audiencia en la que dictaron la prisión preventiva de uno de los funcionarios bajo su órbita, el ex fiscal regional rosarino Patricio Serjal negó haberle cobrado coimas al empresario que lo denunció hace una semana. Afirmó que sufre una "campaña de desprestigio" y que hay "una cuestión politizada" desde el inicio de su gestión.
"No lo conozco a este señor, nunca lo vi. Yo no le di protección porque nunca intervine directamente en ninguna causa que esté vinculado", aseveró sobre Leonardo Peiti el sospechoso de mayor rango dentro del Ministerio Público de la Acusación (MPA). Al mismo tiempo desacreditó la versión que ofreció el arrepentido al marcar que "tiró dos nombres y se fue en libertad".
El sampedrino le aseguró a Canal 3 que responderá formalmente cuando sea citado a audiencia imputativa. Más aún, se jactó de haber creado la agencia que ahora lo señala como quien recibía dinero a cambio de protección para negocios ilegales. En esta línea, agregó: "Me puse a disposición, les pedí que vinieran a buscar mi teléfono. Revisaron mi casa y no encontraron nada".
En su defensa mediática, Serjal subrayó que siempre fue "transparente" en su gestión, pero remarcó que la misma fue cuestionada desde el inicio a partir del trámite que concluyó con su designación por concurso a principios de 2017. Así planteó que el fiscal general Jorge Baclini ya le había advertido a fines del año pasado: "Ahora empieza un gobierno nuevo, quieren que renuncies".
De acuerdo a la hipótesis del MPA, el fiscal Gustavo Ponce Asahad era el encargado de cobrarle periódicamente a Peiti a cambio de información y de intervenir para desviar causas que pudieran atentar contra su actividad. Dentro de esa relación, plantearon que Serjal había armado ese circuito e incluso se reunió dos veces con el empresario. El ex titular del MPA en Rosario desmintió puntualmente un encuentro en un hotel porteño y afirmó: "No tengo inconveniente en mostrar los días que fui a Buenos Aires. Se van enganchando cosas y con eso se quiere armar algo".