En Santa Fe se investigan dos casos, uno un presunto abuso sexual y el otro un caso de violencia familiar, cuyas víctimas son dos menores que debieron resistir asistencia médica en el Hospital de Niños de la capital provincial.
Uno de los casos fue detectado por una maestra de la escuela primaria a la que asiste uno de los niños, de siete años. La docente no solo observó un comportamiento extraño del menor sino que encontró sangre donde había estado sentado por lo que dio aviso a las autoridades.
La vicedirectora del establecimiento educativo llamó a la ambulancia para que se le brindara asistencia al niño y radicó la denuncia en la comisaría del barrio.
Al trasladarlo al Hospital Alassia, los médicos constataron que tenía lesiones que podrían ser compatibles con las de un abuso sexual, por lo que se dio intervención al Centro de Orientación a la Víctima de Violencia Familiar y Sexual.
El fiscal Estanislao Giavedoni que interviene en la investigación indicó que "aguarda el resultado de distintos peritajes para determinar qué fue lo que ocurrió”.
El otro hecho, tiene como víctima a una niña de cinco años. Como en el caso anterior, quien dio aviso de una situación anómala fue una maestra del jardín al que asiste.
La niña se acercó hasta la mujer y le dijo que tenía dolor en su zona genital. La docente solicitó la presencia de la directora del establecimiento y revisaron a la niña, notando que presentaba quemaduras. Cuando le preguntaron quién la lastimó, la pequeña acusó a su mamá.
La menor fue trasladada al Hospital de Niños donde recibió asistencia y luego le dieron en alta, en tanto que las actuaciones por el hecho fueron elevadas a la Comisaría de la Mujer y se dio intervención a la Subsecretaría de la Niñez.
Por su parte las autoridades intervinientes ordenaron la detención de la mujer.