A pocas horas de convertirse en juez de Cámara de Apelación en lo Civil y Comercial, Marcelo José Molina decidió cerrar sus nueve años como magistrado en el fuero de Familia con un video en el que registró un poema dedicado a la oficina que hasta ahora había ocupado en los Tribunales provinciales.
El magistrado, quien se ha destacado por diversas resoluciones en materia de adopción, entre otras cuestiones, le agradeció de esa manera a todos los que pasaron por su "pequeño despacho" y en particular a los "pibitos y pibitas por tantas preguntas certeras".
El texto ilustrado con un recorrido del cuarto comenzó a compartirse a través de las redes sociales, de modo que se multiplicaron las imágenes con los dibujos y regalos de niños que allí guardaba.
"Hay un solo intruso producto de una piedra que entendió mal la gentileza de los ventanales", bromeó en un pasaje el juez del Tribunal Colegiado de Familia 5.
Si bien no deja de ser llamativo para los extraños, lo cierto es que Molina ya tiene un cierto recorrido como escritor por fuera del derecho y el año pasado publicó el libro "¿Cuánto tiempo es un tiempito?", donde recopiló historias de su trabajo para asistir a familiares y menores de edad. El mismo incluso está disponible actualmente a través de la plataforma web Issu.
