La Secretaría de Control y Convivencia confirmó este lunes la suspensión de una fiesta clandestina en la zona noroeste rosarina. Al inspeccionar la casa, los agentes municipales descubrieron a cientos de personas en el interior y hasta encontraron un colectivo estacionado en la cuadra.
"Tenemos en consideración que se trataba de un cumpleaños, actividad que no está prohibida, pero que debe hacerse con el debido respeto a los vecinos", explicó la titular de la cartera, Carolina Labayrú. Sobre el despliegue del evento, los encargados del operativo apuntaron que la música electrónica podía escucharse a 200 metros de la propiedad cerca del Autódromo Juan Manuel Fangio.
Voceros del Ejecutivo local informaron que sobre 16 de Enero y Acevedo también había varios vehículos en infracción. Junto con representantes de la Fiscalía y la policía provincial, la Guardia Urbana Municipal (GUM) decidió desalojar el inmueble y ponerle fin a una fiesta ilegal que no tenía nada de improvisada.
De acuerdo al cálculo de fuentes oficiales, el cumpleaños contó con unos 300 asistentes y se colocaron lonas sobre las rejas para bloquear la visión desde afuera. Adentro había una carpa montada en el patio y también instalaron baños químicos. Otro detalle sorprendente es que en el portón de ingreso aparentemente estaba trabajando un vigilador privado.