El femicidio de Caren Peralta, una trabajadora sexual que fue encontrada con un golpe mortal en la cabeza en un "privado" de Juan Manuel de Rosas al 2200 vuelve a poner en al portada la desprotección que sufren las meretrices.
Una histórica dirigente de la filial Rosario de la Asociación de Mujeres Meretrices de la Argentina (Ammar), Georgina Orellano, publicó en nombre de la entidad un duro comunicado en el que aseguró que "la clandestinidad nos mata".
"La clandestinidad de nuestro trabajo nos expone a constantes vulneraciones hacia nuestros derechos", indicó la dirigente para remarcar que "no existe clamor social exigiendo justicia cuando la víctima de un femicidio se trata de una trabajadora sexual, el estigma y discriminación que hay hacia nuestro trabajo nos convierte en malas víctimas".
El cuerpo de Caren apareció en una habituación cuando ingresaron al lugar su mamá y una amiga al advertir que no contestaba el teléfono. El celular de la victima no estaba en la escena del crimen. "Se suelen escuchar comentarios como 'se hubiese dedicado a otra cosa' como si nos asesinaran por nuestro trabajo olvidándose que nos asesinan por ser mujeres, lesbianas, travestis y trans y que estamos expuestas en todos los ámbitos por vivir en una sociedad machista y patriarcal", continuó el mensaje de Georgina Orellano.
Entre las cuestiones que solicitan desde Ammar es la búsqueda de "mecanismos de seguridad para quienes ejerzan el trabajo sexual en ámbitos privados", tal cual le ocurrió a la víctima de este lunes.
"Desde AMMAR Rosario exigimos justicia por Sandra Cabrera, Caren y todas nuestras compañeras víctimas de Femicidios!", puntualizó el parte de prensa.