Tras la suspensión del show de Baby Etchecopar en Rosario y la reacción que tuvo al aire el actor y conductor, que acusó a diferentes organizaciones de responsables de una campaña de desprestigio, el tema registra un nuevo capítulo.
Es que el docente Luciano Fabbri, que fue aludido en reiteradas oportunidades por Etchecopar como "puntero" y "sinvergüenza" y acusado de estar a la cabeza de una movida que terminó con la cancelación del espectáculo, ahora le retrucó con una carta que difundió en las redes sociales.
"Personalmente, no tuve participación en las acciones pacíficas de repudio a su visita que, de manera indirecta, llevaron a que el Teatro decidiera levantar la obra", expresó Fabbri que hace tiempo forma parte del colectivo feminista mala Junta. "Entiendo que su discurso abona al ejercicio de las diversas modalidades de violencias contras las mujeres y que la vulneración de los derechos humanos de las mismas no puede excusarse en la 'libertad de expresión'", mencionó el joven.
La carta completa:
Estimado Ángel Baby Etchecopar,
Mi nombre es Luciano Fabbri, me dicen Lucho. Soy rosarino, tengo 35 años y formo parte de la colectiva feminista Mala Junta. Soy politólogo y doctorando en Ciencias Sociales, y vivo de mi trabajo, que es principalmente la docencia universitaria y las capacitaciones en organismos no gubernamentales. Hace muchos años que investigo, estudio, trabajo y activo en temas vinculados a las desigualdades y violencias de género, a la enseñanza de la educación sexual integral, y al involucramiento de los varones en la erradicación de la violencia machista. Me identifico como feminista porque deseo vivir en una sociedad igualitaria, sin discriminación por razones de género y orientación sexual. También me defino puto, aunque supongo que eso ya lo sospechaba, como se sospecha de todo chabón que traiciona la complicidad machista.
La semana pasada, a raíz de la suspensión de una función de su obra en el Teatro Fundación Astengo de nuestra ciudad, me sorprendí al recibir un audio de su programa radial (luego replicado en portales web de diarios, en youtube y en redes sociales), donde con nombre y apellido, y en reiteradas oportunidades, me calificaba de puntero, gente de mierda, metástasis, sinvergüenza. Incluso llegó a vincularme con el lavado de dinero proveniente del narcotráfico, atribuyéndome un lugar de nexo entre la banda de Los Monos y el Kirchnerismo. Acá le paso uno de sus audios, ya que de tratarse de otra operación diabólica en su contra, y que usted nunca haya deslizado esas gravísimas e irresponsables acusaciones sobre mi persona, tenga la posibilidad de desmentirlas públicamente y de manera urgente. Sobre todo, para que sus oyentes dejen de escribirme mensajes violentos y amenazantes, instigados por un odio sin fundamentos (https://www.youtube.com/watch?v=vwA-pAFs3mY).
Personalmente, no tuve participación en las acciones pacíficas de repudio a su visita que, de manera indirecta, llevaron a que el Teatro decidiera levantar la obra. Sí compartí y comparto con el movimiento de mujeres feministas organizado el espíritu de sus acciones, porque al igual que ellas, entiendo que su discurso abona al ejercicio de las diversas modalidades de violencias contras las mujeres y que la vulneración de los derechos humanos de las mismas no puede excusarse en la "libertad de expresión". Al igual que a ellas, me provocó bronca y dolor que ante el femicidio de Micaela usted repare en sus selfies, sus tatuajes y su trompita; en sus "provocaciones". Porque esa es precisamente la moral de los violadores, que no soportan ver a las pibas libres y se sienten llamados a disciplinarlas. Y a nosotrxs Baby, nos encantan las pibas libres. Vivas sí, pero sobre todo libres.
Yo no lo conozco, tampoco tengo interés en hacerlo. No me resulta sencillo comprender qué le pasa por la cabeza cuando dice las cosas que dice. Pero tengo una sospecha; usted no es tan mal tipo, es sobre todo un tipo, un tipo con miedo. Y los tipos con miedo pueden desenfundar un arma frente a un ladrón, pueden ser muy frontales frente a los micrófonos, pueden ser muy pulentas invitando a otros a resolver conflictos "mano a mano". Lo que se les hace muy complicado, casi imposible, es lidiar con su miedo a las mujeres libres, empoderadas, organizadas. Lidiar con el orgullo de quienes no encajamos en sus normas ni nos interesa hacerlo. Porque claro, para aquellos cuyo estima se sostiene en el menosprecio hacia lxs demás, y sobre todo hacia ellas, reconocerles ese poder debe hacerlos sentir muy chiquititos.
Entonces resulta comprensible que invente un enemigo varón, capo, puntero, narco. O que fantasee con una persecución kirchnerista que le permita lamer su propia grieta. De lo contrario, debería asumir que quienes repudiaron su presentación en la ciudad, logrando ecos y apoyos varios, no fueron "4 o 5 barbudos", o "10 patasucias con olor a menstruación", o "una metástasis del kirchnerismo". Sino mujeres, vivas y libres, de esas que a nosotrxs nos encantan y a usted lo irritan hasta el desboque.
Como varón, también le tuve miedo al feminismo. A veces me doy cuenta que lo sigo teniendo. Te interpela, te expone, te critica, te atraviesa, te saca de tu zona de confort y te lleva a reconocer tu propia mierda. Todos estamos llenos de mierdas Baby, y las feministas te ponen un espejo en el culo, para que sepas que saben, que lo seguís teniendo sucio.
Se puede patalear, insultar, provocar, ridiculizar, menospreciar, pero ahí están, y lo van a seguir estando. Por suerte para muchos, fundamentalmente para muchas, que ya no queremos vivir con miedo, que nos queremos vivxs, que nos queremos libres.
No tengo fuerzas para odiarlo ni para tenerle rencor. Esas fuerzas las invierto en construir un mundo mejor. A usted, más bien lo compadezco. Y le deseo que alguna vez tenga el coraje de escuchar en serio a éstas mujeres. Ojalá pierda el miedo a vivir sin miedo, a dejar vivir y a vivir más libre.
Saludos, Lucho
PD: Por si llegara a interesarle, ya que en su programa expresó que soy un sinvergüenza porque pido plata para nuestra agrupación, le cuento que estamos realizando una Campaña Pública de financiamiento transparente, para contar con recursos para acompañar a las mujeres víctimas de violencia machista, y poder alquilar un espacio físico para realizar actividades de prevención, promoción y asistencia. Lejos de ser motivo de vergüenza, es para nosotrxs un orgullo promover la cultura del aporte solidario como mecanismo de defensa de nuestra independencia económica y autonomía política, así como poder decir y mostrar, a diferencia de otros tantos, de dónde sacamos la plata que usamos. Para contribuir puede ponerse en contacto