Desde que se decretó el aislamiento social obligatorio en el país como consecuencia de la pandemia de coronavirus, muchas actividades se vieron paralizadas. Una de ellas, la de los cultos religiosos.
En las últimas semanas se autorizaron bautismos y casamientos con un límite de presentes que no pueden superar las 10 personas; y el pasado fin de semana se permitieron las misas presenciales al 50 por ciento de la capacidad de cada templo, con una persona por banco para respetar el distanciamiento social, entre otras medidas de bioseguridad.
En Luque, el cura párroco Gonzalo Bearzzi decidió ir por más y permitir la participación de todos los fieles. Para ello, la celebración de la Misa de este sábado se realizó al aire libre, en el predio de la planchada, detrás del Jardín de Infantes "Huellitas".
Allí se dieron cita decenas de vehículos que siguieron la celebración a través de las radios locales, mientras que al momento de la Comunión, el párroco se acercó a cada automóvil donde quien deseaba comulgar debía bajar la ventanilla y recibir en la mano la hostia.