Cuando sólo restan tres meses para que las autoridades electas en los comicios del 14 de abril asuman sus cargos en la Municipalidad de Pilar, el intendente electo, Leopoldo Grumstrup, lamentó que no exista "ningún tipo de apertura de parte de las actuales autoridades hacia quienes resultamos electos".
Grumstrup aseguró que no ha sido posible concretar ninguna reunión con la actual gestión, dado que la situación en Pilar "es muy compleja", donde el intendente electo en 2015 se encuentra detenido desde hace 18 meses y los concejales imputados y apartados hasta fines de agosto de sus cargos. "Uno de ellos volvería a ocupar la titularidad en el Ejecutivo, de ahí en más veremos que sucede", comentó el candidato que obtuvo la mayoría de los votos en el sufragio de abril, oportunidad en la que se presentaron nueve candidatos.
Sin información detallada y concreta sobre la situación del Municipio, las nuevas autoridades que asumirán en diciembre, reconocen no saber con qué se van a encontrar. "Lamento profundamente la situación de Pilar. Es muy triste como vecino nacido acá, que mi ciudad esté vinculada directamente con la corrupción", expresó Grumstrup, quien trabaja en el armado de su equipo de gestión y en la planificación de su gobierno: "Tenemos un gran grupo de gente capacitada y honesta, sólo son resta definir algunas áreas para ya tener conformado el equipo de gobierno", señaló.
El mandatario electo reconoció su preocupación por "no tener en mis manos información precisa, concreta y actualizada de la administración municipal", como así también por poder recuperar los bienes públicos que se encuentran a nombre de la fundación Pi.De.Pro. Además se refirió a las innumerables causas que deberá enfrentar el Municipio por "la venta de la costanera, el plan de viviendas municipal y el de la fundación Pi.De.Pro, presidida por el ex intendente Bechis", detalló Grumstrup.