Un momento de tensión se vivió en la zona oeste de la ciudad cuando la Policía acudió a un campamento gitano tras la denuncia de vecinos por ruidos molestos.
Fue en la esquina de Buenos Aires y Juan de Garay, cuando un móvil acudió al llamado telefónico de una vecina, quien señaló que en el campamento había unas treinta personas bebiendo alcohol y escuchando música con un volumen excesivo.
La presencia del uniformado fue rechazada por los gitanos, que, según la versión de la Unidad Departamental, recibió amenazas con armas blancas y distintos tipos de agravios.
En tanto, según reseña El Puntal, los gitanos denunciaron que hubo disparos de balas de goma.
Un hombre de 36 años fue detenido por resistencia a la autoridad.