El 17 de noviembre de 2016, la vida de Belén Pérez cambió para siempre. Esta joven recién recibida de psicóloga fue protagonista de un accidente donde resultó aplastada durante tres horas y debieron amputarle la pierna.
En el suroeste de Río Cuarto, un colectivo de la empresa Andesmar volcó en una de las rotondas de acceso a la ciudad y provocó la muerte de dos personas y heridas graves a Belén y muchas personas más.
Este fin de semana, la joven volvió para reencontrarse con los que llama sus "ángeles guardianes'".
Se trata de Jessica Picco y Ezequiel Olguín, los dos bomberos que la contuvieron durante tres horas y finalmente la rescataron ese día.
En marzo del año pasado, Pérez compartió en Facebook el reclamo para conseguir una prótesis que le costaba 1.500.000 pesos, y que finalmente le llegó algunos meses después.
"Una prótesis para Belén" es la página en la que va narrando su historia, luego de la traumática experiencia de noviembre de 2016 cuando viajaba a Mendoza para visitar a su novio.
"Poder ver el lugar de donde me sacaron con vida mis ángeles guardianes como yo les digo, Eze y Jessy, poder abrazarlos y agradecerles por haber arriesgado su vida por salvarme, pasaron horas al lado mío, conteniéndome, hablándome, cuidándome, estuvieron a mi lado en el peor momento de mi vida,en el que estaba aplastada por ese colectivo sin poder salir y sin saber, si es que salía, en qué condiciones iba a ser", agregó la joven licenciada en psicología.
El lunes Belén llegó al cuartel para agradecerle a sus rescatistas.
Allí estuvieron Jéssica Picco y Ezequiel Olguín, también estuvieron Marcelo Pecorari, que fue quien mantuvo contacto en el momento de la tragedia con la familia de la joven herida, y Graciela Novaro de Conill, quien brinda apoyo piscológico en el cuerpo de bomberos riocuartense.