El Gobierno de Santa Fe, a través de Aguas Santafesinas, está iniciando dos importantes obras para contar con nuevas instalaciones de atención a los usuarios y de mantenimiento edilicio en la planta potabilizadora de la ciudad de Rafaela, ubicada en Av. Hipólito Irigoyen e Hipólito Vieytes.
Las obras demandan una inversión provincial superior a los 15 millones de pesos y tendrán un plazo de ejecución de tres meses.
Están a cargo de las firmas César Atilio Roma y Franbe S.A., de Sunchales y Rafaela respectivamente.
Por una parte, se iniciará la construcción de la estructura portante como primera etapa para las futuras nuevas oficinas de atención al usuario que se desarrollarán en torno al histórico tanque elevado de hormigón armado de más de 25 metros de altura y 12 metros de diámetro.
El objetivo es brindar mayores comodidades y funcionalidades para la atención de los usuarios, en el centro histórico de producción y distribución de agua potable, ubicado en el sur de la ciudad.
El proyecto de las nuevas oficinas contempla la disponibilidad de 500 metros cuadrados de superficie cubierta y otros 62 metros cuadrados de superficie semicubierta.
En su entorno se desarrollará una plaza seca con espejo de agua y exposición de antiguos elementos históricos pertenecientes a Obras Sanitarias de la Nación, empresa fundante de los servicios de agua potable a principios del siglo XX.
Esta primera etapa incluye el movimiento de suelos y la ejecución de bases, columnas, vigas y losas de hormigón armado, con su correspondiente aislación, y la cubierta de chapa sobre estructura metálica de la planta alta.
La planta del edificio a desarrollarse en dos niveles tendrá 14,5 metros en su cara Norte, 35,4 metros su cara Oeste y 28 metros en su cara Sur, rodeando el tanque.
El diseño es flexible e integrado a la estructura del tanque elevado a través de grandes ventanales vidriados. Su organización funcional incluye entre otros espacios: atención al usuario, sala de conferencias, oficinas técnica y de administración, sanitarios, comedor del personal y demás dependencias.
Por otra parte, en forma simultánea se desarrollará una obra de mantenimiento y restitución de la estabilidad estructural del viejo edificio que aloja la planta de ósmosis inversa.
Allí se ejecutarán 60 pilotes a más de 12 metros de profundidad sobre la antigua usina eléctrica del establecimiento que actualmente aloja parte de la planta de ósmosis inversa.
Esta construcción es de 19 metros de largo por 17 metros de ancho en la cual se ejecutarán los pilotes mencionados, tanto en su perímetro como también en los muros interiores.
También se ejecutarán sobre dicho edificio otras tareas de mantenimiento generales.