En la mañana de este martes, la Sociedad Rural de Rafaela presentó su propio proyecto para la aplicación de agroquímicos en el distrito local. Esto fue a días de que la concejala Brenda Vimo presentara una ordenanza para extender la prohibición de aplicación de fitosanitarios de los actuales 200 metros a 1.000.
Inicialmente, la presidenta de la SRR, Norma Bessone, adelantó que el texto será presentado este mismo jueves -de forma oficial- al Concejo Municipal y que será puesto a disposición de cualquiera que esté interesado, en su propia web.
El ingeniero agrónomo Jorge Ghiano recalcó que Rafaela tiene "15.800 hectáreas de suelo clase 1" y que la zona urbana implica "3.655 ha., es decir, un 23% del distrito. En este sentido, manifestó que la zona de exclusión que marca la actual ordenanza "deja inutilizada a 760 ha. es decir, un 5% del total de la superficie del distrito, con decenas de basurales a cielo abierto y roedores". Y de las producciones que están en ese área, ven afectada entre un 20 y un 50 por ciento de su producción. Entre ellos, 5 tambos.
Ghiano remarcó que, de aprobarse la ordenanza "dejaría improductivas 4358 ha equivalente al 28% del distrito, superando la superfice del ejido urbano". Agregó que, tal como se lo indicaron al Instituto de Desarrollo Sustentable (IDSR) en su momento, "la zona de resguardo ambiental es improductiva, no se puede producir de manera rentable". Esto incluía a la ganadería (por robo de animales) o agricultura (solo podría hacerse alfalfa, pero con bajo rendimiento".
Al igual que lo hicieron en otras oportunidades, recalcaron que "las buenas practicas agropecuarias no dañan la salud y el medioambiente" y que "No hubo denuncias por esta temática en los últimos años". Si bien Ghiano advirtió que los agroquímicos "No son inocuos", remarcó que "existen formas de uso para utilizarlos".
June Thomas, otra ingeniera agrónoma, planteó que el proyecto de la Sociedad Rural es el mismo que se aplica en Esperanza, llamado ALGEFIT (Algoritmo de Gestión de Fitosanitarios), eje del Programa de Buenas Prácticas Agronómicas. De hecho, la Municipalidad seguiría aplicando la misma estructura.
Para Thomas, un agroquímico es como un remedio. Es decir: si se usa en la forma y dosis adecuada, mejora la situación. En cambio, si no se lo usa correctamente, produce un daño en la salud. Por eso, se debe realizar un manejo de riesgos. Y para ello, es imprescindible contar con información precisa y transparente respecto de cómo se aplican los agroquímicos.
En tal sentido, comparó al campo a la industria de la alimentación, en donde debe identificarse dónde están los peligros de contaminación y revertir esta situación.
"Se ha encontrado arena del Sahara en el Caribe. La distancia es de 8.000 km.Entonces, no es un problema de distancia, sino si se hacen las cosas bien o mal"