Los informes de pericias genéticas que están siendo realizadas fuera de Bahía Blanca podrían brindar los elementos necesarios para que la fiscalía se encuentre en condiciones de pedir la elevación a juicio de la causa contra un hombre acusado de abusar y asesinar a la hija de su pareja, de apenas dos años, en Punta Alta.
Tal como publican los colegas de La Nueva, por el caso se encuentra detenido con prisión preventiva Mario Alberto Barroz (29), quien fue alojado en la Unidad Penal Nº 19 de Saavedra.
La investigación es llevada adelante por la fiscal Agustina Olguín, a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción y Juicio Nº 3, especializada en delitos sexuales y violencia de género.
Voceros del Ministerio Público indicaron que aguarda la llegada de una serie de análisis y pericias de ADN que están siendo llevadas adelante en laboratorios de La Plata.
Señalaron que estos informes podrían proporcionar información de importancia, con la cual la acusación estaría en condiciones de solicitar la elevación a juicio de la causa.
En tanto, se tomaron declaraciones testimoniales de médicas que trabajan en la guardia del Hospital Municipal “Eva Perón”, quienes estaban cuando se produjo el deceso de la nena y algunas de las cuales la habían atendido anteriormente por otras cuestiones.
También se cuenta con el relato de un vecino y el informe psicológico realizado a la madre de la pequeña.
La autopsia efectuada a la víctima determinó que falleció por asfixia en el contexto de una agresión sexual. Los voceros también señalaron la presencia de lesiones en varias partes del cuerpo.
Por otro lado, Barroz, quien está imputado de abuso sexual doblemente agravado por el resultado muerte y por ser el guardador de la víctima, fue indagado por el fiscal Diego Torres -se encontraba subrogando a Olguín- y brindó su versión de los hechos.
El sospechoso y la madre de la niña estaban en pareja desde hace 11 meses y admitió que cuando se produjo el hecho él estaba al cuidado de la menor y otro niño de 7, mientras que la mujer se encontraba trabajando.
Fuentes consultadas por La Nueva indicaron que “no logró brindar una explicación razonable para la fiscalía respecto de las lesiones que tenía la nena.
Aseguró, a su vez, que no hubo ingreso de terceras personas en el domicilio del barrio Albatros XXVII de la vecina ciudad, al tiempo de prestar su consentimiento para realizar las pericias de ADN cuyos resultados aguardan.